BASES ECONÓMICAS DEL REFC Y PARLAMENTO A LA BÚLGARA


Downtown_Vancouver_CanarytaxPor Guillermo Núñez Pérez

 En la época del franquismo había regímenes comunistas en Europa, como el de Bulgaria, en los que los resultados de las elecciones a un puesto de la dirigencia política del país llegaban al 99,9 por 100 a favor del candidato. De esa abrumadora unanimidad que se producía en los congresos del partido comunista búlgaro, viene lo de calificar a determinados resultados electorales o aprobación de acuerdos como “a la búlgara”. Es verdad que también los españoles de la época de los sesenta del siglo pasado pudimos comprobar cómo en determinados referéndums organizados por el Gobierno, llegaron a votar en determinados lugares de España el 120 por 100 del censo electoral, lo cual venía a poner de manifiesto no ya nuestras desaforadas ganas de votar, sino sobre todo, las ganas de las autoridades locales por hacer méritos ante el Gobierno logrando que votaran hasta los muertos. Sin duda, estos dos ejemplos son muestra patente de las grandes aportaciones que hacen las dictaduras a la ciencia política, ya sean éstas de derechas o de izquierdas. Por cierto, ayer escuché a un alumno de la Facultad de Derecho decir que era preferible una “dictadura justa” a una “democracia corrupta”, y como diría A. Machado, casi se me hiela el corazón.

 Con la instauración del sistema democrático, las cosas han cambiado para bien en muchos aspectos, pero en otros, la cuestión no parece tener remedio. Es esto lo que sucede en las votaciones a la búlgara que se repiten en nuestro Parlamento autonómico con relación al REFC. En la medida en que los partidos políticos presentes en el Parlamento canario entienden que el contenido del REFC, tanto en sus aspectos fiscales como económicos, es fundamentalmente un arma reivindicativa frente al poder del Estado y de la Unión Europea, cada vez que el mismo adopta una posición con relación al REFC, lo hace de forma unánime y a favor de la propuesta que presenta el Gobierno autónomo. Como no podía ser de otra forma, la propuesta es siempre una propuesta de máximos que debe correr a cargo del resto de los españoles vía Ley de Presupuestos del Estado: más dinero para carreteras, más para transporte de mercancías, más para empleo creado por la Administración, más ahorro impositivo para los titulares de actividades económicas, más subvenciones… Si por algo puede ser caracterizada esta posición mendicante sería por la de considerar que todos los problemas que hoy tiene Canarias son de imposible resolución por los propios canarios. En otros términos, que las votaciones a la búlgara no son sino el resultado en buena medida de la incompetencia de nuestras autoridades autonómicas para plantear soluciones viables y eficaces desde nuestras propias potencialidades. Por cierto, roza el esperpento seguir escuchando que, con todas las medidas económicas y fiscales, lo que se trata de alcanzar es la diversificación de la economía canaria. Además, resulta descorazonador que entre tanto búlgaro no haya ni una sola voz crítica que denuncie que ya está bien de tanta “dictadura” de la estupidez y la mediocridad que lo único que posibilita es que sigamos ocupando los primeros lugares en paro, fracaso escolar, deficiente formación profesional, universidades de tercer o cuarto nivel, etc.

Guillermo Núñez Pérez es Catedrático de Derecho Financiero y Tributario y Asesor Fiscal

También en la web guillermonuñez.com

Su comentario