LA PARTE ECONÓMICA DEL REFC


 

 

Por Guillermo Núñez Pérez

   En la célebre película de los Hermanos Marx “Una noche en la ópera”, se refleja a la perfección el sinsentido que en ocasiones refleja el lenguaje jurídico cuando de lo que se trata es de enmascarar la simple realidad. Partiendo de “la parte contratante de la primera parte y la parte contratante de la segunda parte”, podríamos aplicar esta genial parodia a efectos del REFC. De un lado estaría la parte contratante de la primera parte (medidas fiscales), y de otra, la parte contratante de la segunda parte (medidas económicas), y como nunca las segundas partes fueron buenas, lo mejor es eliminarla y quedarnos sólo con la parte contratante de la primera parte…

   Resulta cuanto menos sorprendente comprobar cómo el Gobierno de Canarias se ha aplicado a conciencia en los últimos tres años a alimentar una dinámica de enfrentamiento con el Gobierno de la Nación a todos los niveles imaginables. El pretexto fundamental de esta dialéctica suicida para Canarias no ha sido otro que el de las supuestas políticas de recortes que ha llevado a cabo el Gobierno central del PP en contra del archipiélago. En términos políticos, es obvio que la estrategia de enfrentamiento tiene más que ver con los intereses del PSOE que con los de CC, puesto que si algo define a esta última formación política (como a todos los partidos nacionalistas en general) no es otra cosa que su pragmatismo a la hora de “vender” su corta representación parlamentaria a favor del PP o del PSOE cuando ninguno de los mismos ha podido alcanzar la mayoría absoluta. Es evidente que el PP tiene hoy mayoría absoluta, pero ello no hubiera sido obstáculo para alcanzar un clima de entendimiento y cooperación permanente entre Gobierno de la Nación/Gobierno de Canarias en favor de los auténticos intereses de Canarias. Pero no, aquí ha prevalecido el interés político a corto plazo y la necesidad del PSOE de desvirtuar a todos los efectos las políticas provenientes del PP. La máxima expresión de todo este carrusel sin sentido, y que pasará a la historia como manifestación del más puro surrealismo, fue la férrea oposición a saber si existían o no recursos petrolíferos en aguas canarias. Porque claro, ¿cómo negarse a determinar esa incógnita y a la vez exigir más apoyo económico para Canarias por parte del resto de los españoles?

   Una vez alcanzado el objetivo de renovar o prorrogar los denominados incentivos fiscales del REFC en el ámbito de la imposición directa a favor de los titulares de actividades económicas (período 2015-2020), ignorando, otra vez más, a todos los residentes en Canarias que ni son empresarios ni profesionales, ahora toca reivindicar la aprobación de la “parte económica” del REFC. Se inicia un nuevo período de reuniones con organizaciones empresariales, sindicales, sociales (¿?) de nuestros representantes políticos isleños con el fin de elevar a Madrid una nueva carta a los Reyes Magos. Es la parte contratante de la segunda parte, que dirían los Hermanos Marx. Desde aquí mis deseos de que finalmente se logren todos los objetivos propuestos, pero sobre todo, el nuevo de que el Estado obligue por ley a las compañías aéreas de bajo coste (es un decir) que vuelan desde Canarias, a que aumenten el espacio vital entre las filas de asientos de sus aviones, pues ya está bien de que tanto unos como otros nos sigan tratando peor que al ganado. Y esto no es sólo parte económica del REFC, sino sobre todo, necesidad de respeto a la dignidad de las personas.

 

Guillermo Núñez Pérez es Catedrático de Derecho Financiero y Tributario y Asesor Fiscal

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