IR DE NUEVO A VOTAR


Por Guillermo Núñez Pérez

   Finalmente, no resultó posible conformar gobierno en España. Entre las líneas rojas, los cordones sanitarios (mejor sería condones…) y las diferencias personales –que no ideológicas– entre los diferentes jefes de filas de los distintos partidos políticos, el resultado no ha sido otro que el de tener que repetir un proceso electoral que ya se celebró hace tan sólo unos meses, favoreciendo con ello un creciente nivel de hastío de la población respecto a la política y a los políticos. Porque entiéndase bien, no se trata de que sea una molestia tener que ir a votar de nuevo, que lo es, sin saber a ciencia cierta si el resultado que salga va a ser similar al ya acontecido en fechas recientes, sino que con tan solo pensar que el resultado pudiera ser similar, es como para renegar definitivamente del santo derecho al voto. Para algunos, el pueblo español ha sido sabio en las últimas elecciones votando a favor de la pluralidad de partidos políticos. Sin embargo, olvidan las ventajas que ha supuesto el bipartidismo para la consolidación de nuestro sistema democrático, y todo ello sin negar también sus desventajas, sobre todo, en cuanto al fortalecimiento del nacionalismo ramplón y chantajista a la hora de alcanzar mayorías estables de gobierno.

   Ahora, como precampaña, se trata de que unos y otros se entrecrucen acusaciones de culpabilidad: que si tu no quisiste pactar y lo único en que pensabas era en ocupar sillones del gobierno…; que si yo fui el partido más votado y sólo por ello debería gobernar…; que yo soy el cambio y ha sido cambio lo que ha votado el pueblo español…; etc. A todo ello se suma que hay que reunirse para aplicar criterios de austeridad en el gasto electoral, lo que no deja de ser la culminación de un manifiesto cinismo por parte de unas señorías que han cobrado sustanciosas cantidades de dinero público por hacer el payaso durante un larguísimo período de tiempo que no ha servido para alcanzar un acuerdo de gobierno, que era el objetivo para el que fueron elegidos.

   Ahora toca de nuevo escuchar la voz del pueblo, así que habla pueblo y establece tu soberana voluntad con la inestimable y desinteresada ayuda de El Gran Wyoming, las tertulias de la Sexta, 24 horas y 13 tv, aparte, claro está, de las estaciones de TV y radio regionales, provinciales y municipales (y la Tuerca, faltaba más). Todo es comunicación, pero no información, y mucho menos aún, transparencia y fiabilidad de los mensajes. Si hasta el más tonto es consciente del poder que tiene la comunicación a la hora de influir y tratar de condicionar el voto ciudadano, imagínense ustedes lo que supone considerar que es la mayoría de la población la que es tonta y fácilmente influenciable en términos políticos, sobre todo, con un mensaje amparado en el llamado progresismo de izquierda.

   No quisiera terminar este artículo sin abrir una puerta a la esperanza. Voten o no voten, el pueblo rara vez se equivoca. Que así sea.

 

Guillermo Núñez Pérez es Catedrático de Derecho Financiero y Tributario y Asesor Fiscal

También en la web Guillermonuñez.com

Un pensamiento en “IR DE NUEVO A VOTAR

  1. Estimado Guillermo: me alegro que hayas retomado el esfuerzo de redactar el Boletín. El artículo te ha quedado muy bien.

    Un abrazo,

    Salvador

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